Las pioneras.

Tres son las precursoras de la danza moderna: ISADORA DUNCAN, LOIE FULLER, y tomamos como pionera también la escuela y compañía DENIS-SHAWN, fundada por la bailarina RUTH SAINT-DENIS, y su marido TED SHAWN.

Isadora Duncan (1877-1927) luchó por una danza libre y totalmente emotiva, que fuera reflejo de la naturaleza. En sus inicios dio una serie de recitales unipersonales mostrando «la danza que salía de ella». Fue un genio individual, audaz, polémico y complejo tanto en sus ideas personales como artísticas. Intentó crear escuelas donde se pudiera vivir ese espíritu en el que ella entendía la danza, enseñando a sus alumnos en jardines de diferentes  mansiones.

Tras una polémica y corta vida (murió a la edad de cincuenta años al regresar a París de un viaje a Niza, porque su fular quedó atrapado en la rueda del vehículo y se estranguló), nos dejó una gran herencia en el campo de esta nueva danza.

Fue un fenómeno personal, que no tenía formación técnica y que no creó escuela, por tanto, sólo quedaban de ella los pocos alumnos a los que había enseñado en los jardines.Rechazó todo entrenamiento sistemático.En el intento de crear una nueva técnica inspirada en Grecia; abandona tutús y corsés, tomando como indumentaria túnicas griegas y pies descalzos.

La mayor herencia que tenemos de Isadora Duncan es la inspiración.

Loie Fuller (1862-1928), más que una danzarina fue una bailarina de variedades. Su principal aportación fue la utilización de efectos luminosos de la electricidad, asociados a los movimientos de las telas para producir efectos espectaculares.

Utilizaba los vestidos vaporosos con grandes velos, multiplicando los efectos de luz y colores.

Inspiró a los grandes artistas del momento: pintores, escultores, vidrieros, etc.

Ruth Saint-Denis (1878-1968) y su marido, Ted Shawn (1891-1972), crearon en 1915 una institución a la que le pusieron por nombre DENIS SHAW y que tendría un cuerpo de doctrina basado en la meditación.

Ruth, que se había formado como actriz, al igual que su madre, así como en danza clásica, danza de salón y gimnasia corporal, pensaba que la danza era el reflejo de la vida espiritual y religiosa de cada persona.

Por otra parte Ted Shaw había estudiado teología, pero lo dejó para convertirse en bailarín tras haber tenido que hacer danza como terapia de una difteria mal curada. Fue, a la par que bailarín, un importante pedagogo.

Juntos crearon dicha institución que a su vez creó escuela. En la Denis Shaw School se estudian los principales estilos de danza y las diferencias técnicas. Como curiosidad, la danza clásica la ejecutaban con los pies descalzos, lo cual favorecía la formación rigurosa del cuerpo.

De esta escuela saldrá toda una nueva generación de bailarines entre los que se encuentran Martha Graham, Doris Humphrey o Chales Weidman.